Córdoba bajo tierra: El lago encantado
Un misterioso lago, una fabulosa gruta encantada, entradas secretas hasta túneles perdidos y olvidados en las antiguas casas, una noria en un sótano … Parecería una historia propia de Indiana Jones y aunque los más escépticos pensaban que se trataba de un simple cuento para niños, en los últimos tiempos se ha demostrado que, como toda leyenda, posee algo de verdad.
¿Cómo te sentirías al saber que Córdoba está hueca, y que bajo la plaza de las Tendillas, centro neurálgico de la ciudad, discurre un lago subterráneo navegable, propio de las historias de Harry Potter? Sorprende saber esto y a la vez es chocante, pero a los que nacimos después de los 80 esta historia nos puede sonar a fantasía.
La historia comienza allá por la década de los años 80 cuando un periodista cordobés; Sebastián Cuevas, se propuso tal y como antaño hizo Heinrich Schliemann en Troya, demostrar la existencia de un estanque subterráneo sobre el que se venía especulando desde principios de siglo. Es entonces cuando junto al historiador Manuel Salcines, el académico Manuel Ocaña y el entonces gerente de la Empresa Municipal de Aguas, Juan Chastang, Sebastián Cuevas logró encontró lo que parecía un túnel dentro de un sótano de una casa de la calle Juan de Mena, constatando que allí se hallaba la entrada a un acuífero de gran tamaño. Fue cuando por parte de los protagonistas de este descubrimiento se empezó a divulgar a la prensa local el hallazgo de «una cueva de estalactitas y estalagmitas, con un lago de aguas puras, claras y transparentes, provenientes de la Sierra». No obstante en esos momentos no se pudo concretar ningún documento gráfico que atestiguara tal descubrimiento.
Lago encantado en directo
Diez años después, un equipo de la televisión local rescató aquella leyenda para demostrar que era real y consiguió el permiso para grabar las imágenes de ese sótano en el que supuestamente desembocaba el lago. Por primera vez, los cordobeses pudieron comprobar con sus propios ojos que en el sótano de la casa antes mencionada en la calle Juan de Mena había un pequeño pozo, desde el que partía un largo y estrecho pasillo bajo las aguas.

Ahora llegaba lo complicado, navegar o más bien bucear a través de ese angosto canal para alcanzar en la desembocadura del túnel, la misteriosa gruta mágica que tanto revuelo estaba causando y desentrañar de una vez por todas aquel misterio.
Para tal hazaña se pidió ayuda al Grupo de Espeleología de Córdoba, pensando que un buzo experimentado sería capaz de adentrarse en ese angosto túnel. Lamentablemente en su zambullida los buzos encontraron los restos de un derrumbe ocurrido tiempo atrás que cortaba la vía transitable. La ilusión de descubrir una cueva encantada bajo la estatua del Gran Capitán se iba desvaneciendo.
Extraño hallazgo bajo el Palacio de la Colomera
Hace diez años se volvió a resucitar el recuerdo de aquella leyenda. Algunos afirmaban que habían estado en esa cueva y que incluso la habían transitado a bordo de una barca. Según algunos testimonios, otra entrada accesible se encontraría en el antiguo Palacio de la Colomera, en plena Plaza de las Tendillas, hoy transformado en un lujoso Hotel. Y fue durante las obras de reforma de este mismo palacio, hace unos años, que los obreros encontraron en el sótano los restos de una antigua noria. Este hallazgo sólo cobra sentido si su uso estuviera adecuado al paso de un río o un canal, por lo que supone una prueba bastante concluyente de que bajo nuestros pies, en plena Plaza de las Tendillas hay algo.

Parece lógico pensar que cuando los romanos escogieron como emplazamiento de la primera piedra de su colonia patricia, el lugar cercano a la Plaza de las Tendillas, tuvieron en cuenta los acuíferos que bajaban de la sierra y conocían por donde discurrían, eligiendo el emplazamiento en función de la misma. Es curioso recordar también cómo los distintos comerciantes cercanos a este lugar, sufren problemas de humedades que en muchos casos resultan un misterio.
No obstante, que el aspecto de este “lago escondido” sea el de una cueva de fantasía, parece más bien producto de testimonios y especulaciones más o menos adornados, ya que este tipo de cuevas y grutas con estalactitas y las estalagmitas sólo aparecen en tipos de suelo más rocosos que el cordobés. Nada de historias medievales, de barcas atracadas y de paseos en la oscuridad alumbrados por antorchas. Lo que posiblemente encontremos sea un antiguo acuífero.
Lo que sabemos en 2020 sobre el lago encantado de Córdoba
Es posible que en tiempos remotos fuera posible descender hasta esta mítica cavidad desde distintos accesos, pero actualmente debido a movimientos de tierra naturales o por edificaciones, las dos entradas conocidas están obstruidas.
Es posible que nunca lleguemos a ver ese imaginado lago encantado de las Tendillas aunque también es verdad que es posible que no quede mucho de él tras las muchas obras a lo largo del tiempo que ha vivido este lugar. No obstante, si planeas visitar Córdoba y buscas un lugar donde alojarte, nuestros apartamentos turísticos están situados justamente entre las casas y el palacio que conforman esta leyenda, con sus sendas entradas y aunque no puedas visitar esta cueva encantada, en Córdoba te quedan muchas otras cosas por descubrir.
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